El sentido del tacto está ubicado en la piel y en los más pequeños en la boca. Hay muchos receptores en esa zona, por eso también tienden a llevarse todo a ese destino. A través del sentido del tacto percibimos las características de los objetos, texturas, temperaturas, consistencias… Asi, no solo al mirar sino al tocar también reconocemos por ejemplo las formas de los objetos.
Entre las actividades para la estimulación temprana del sentido del tacto tenemos:
1- Los masajes a bebes y niños: el contacto fortalece la relación mamá-hijo y por lo tanto ayuda mucho en el ámbito emocional del niño.
2- Desde bebés podemos trabajar con la comida para enseñarle sobre texturas. Asi pueden aprender el concepto de blando, duro. En consistencias: liquido, espeso. Temperaturas: frío, caliente…
Para trabajar texturas se utiliza también esponjas ásperas, telas suaves, papel celofán. Con los más grandes, en casa o el nido se puede trabajar con témperas o plastilina.
3- Cuando ya se pueden sentar podemos apoyarlos sobre superficies de diferentes texturas como alfombras, el pasto, la arena… Que sienta con las manos, los pies y también con todo el cuerpo. Podemos hacer que coloque sus pies sobre estas diferentes superficies… A partir del año y medio podría incluso pintar con los pies.
4- El momento del baño es excelente para estimular el sentido del tacto y enseñarle las diferentes ‘temperaturas’. Se baña con agua tibia y por momentos le echamos un chorrito de agua fría para que note la diferencia.
Por: Leslie Obrien
Psicóloga Infantil- Especialista en Lenguaje y Aprendizaje
Directora del Programa de Estimulación Temprana ‘Donde Leslie’
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Estimulación Temprana: Sentido del Tacto